Relevancia x calidad de vida: la paradoja amazónica
La mesa reunió a gestores públicos y expertos en la búsqueda de soluciones para las ciudades amazónicas
El panel “Ciudades de la Amazonia – Desafíos para el desarrollo” debatió la necesidad de encontrar soluciones a cuestiones como el transporte, la seguridad pública, la conectividad, las brechas sociales y territoriales, y su relación con la economía local, desde la perspectiva de los gestores públicos y las organizaciones de la sociedad civil.
Provocados por el discurso de apertura del moderador Rodrigo Perpétuo, secretario ejecutivo de ICLEI Sudamérica, de que, en el siglo XXI, las ciudades deben ser el lugar de la dignidad, la prosperidad y el disfrute de la vida, los panelistas resaltaron la necesidad de superar los obstáculos que impiden el ejercicio efectivo de la ciudadanía en los centros urbanos amazónicos.
Edmilson Rodrigues, alcalde de Belém, señaló que, aunque parezca simple, el tema es altamente complejo porque “hay una dinámica urbana instalada en el planeta, especialmente en los países subdesarrollados, que hace que los sueños de alcanzar los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) se convierta en inviable logrado.” En esa línea, el cofundador de Imazon, Beto Veríssimo, recordó que un 76% de la población amazónica vive en ciudades donde la urbanización es precaria y con indicadores de desarrollo muy por detrás del promedio brasileño. “Si la Amazonía fuera un país, estaría en el puesto 144 en un ranking de desarrollo, mientras que Brasil ocupa el puesto 44. Las personas que son guardianes del bosque viven en condiciones incompatibles con su importancia para el mundo”.
Entre las consecuencias de este escenario está el agravamiento de la violencia en la región. Como señaló el director presidente del Foro Brasileño de Seguridad Pública, Renato Sérgio de Lima, los índices de violencia en la Amazonía son casi un 50% superiores al promedio nacional “Cuando hablamos de seguridad como un derecho social, tenemos que señalar caminos y maneras de fortalecer las instituciones, pero es necesario, sobre todo, pensar en cómo afrontar el poder de captación de jóvenes que se encuentran en paro. La palabra clave es gobernanza, es la regulación del territorio y pensar en la promoción de la ciudadanía”.
Al señalar que el desarrollo social es un gran desafío para esta generación, Laura Lizarazo, de Global Risk Analysis – Control Risks, dio énfasis al defender que las acciones en la región amazónica son decisivas para las empresas en un entorno global cada vez más exigente. “Los consumidores están cada vez más conscienciados y exigen que las empresas sean limpias y reduzcan su huella social y climática”.
Como cierre, Josemira Gadelha, alcaldesa de Canaã dos Carajás, compartió las dificultades de gestionar un municipio que pasa por un crecimiento acelerado. “Enfrentamos muchos desafíos que no deberían ser diferentes a los de otras ciudades de la región, como el saneamiento básico y la erradicación de la pobreza. Sin embargo, llega gente todos los días a nuestra ciudad. En los últimos 8 meses, si hablamos solo en niños, recibimos 1200 estudiantes. Entonces, como políticos, no podemos pensar en las próximas elecciones, sino en las próximas generaciones”.
La Conferencia Internacional sobre la Amazonia y las Nuevas Economías es promovida por el Instituto Brasileño de Minería (IBRAM), una organización sin fines de lucro que reúne a más de 130 empresas e instituciones que actúan en el sector minero y están comprometidas con la protección de la Amazonía. IBRAM y sus asociados están comprometidos con las innovaciones en el sector y la difusión de las mejores prácticas empresariales y ambientales.
El evento reúne a representantes de los pueblos del bosque, la sociedad civil, la academia, los sectores público y privado de la capital de Pará para abordar cuestiones relacionadas con el medio ambiente, la economía y el desarrollo sostenible.
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